Se acercan las Navidades 2013. Muchas calles ya tienen colocado el alumbrado, los supermercados ofrecen turrones y mazapanes, los escaparates de los comercios empiezan a estar engalanados y a algunas casas ya han comenzado a llegar las cestas de Navidad, uno de los clásicos de esta época del año. Precisamente de las botellas de vino que contienen esos lotes es de lo que os vamos a hablar en este artículo. ¿Cómo conservar el vino sin que se estropee?
Existen infinidad de preguntas acerca del vino, ya sea de su elaboración, con qué comida maridan mejor los tintos, blancos y rosados, las denominaciones de origen, etcétera. El vino es una cultura y en Navidad suelen caer en nuestras manos botellas de los mejores caldos. Si no vais a consumirlas y estáis pensando en hacer vuestra mini bodega debéis tener en cuenta algunos consejos.
¿Cuál es la temperatura ideal?
Todo vino necesita ser guardado a una temperatura constante que oscile entre los 12 y los 16 grados. Cuanto más fría sea la temperatura de conservación, más lenta será la evolución de la botella de vino. Los más puristas dicen que no deben almacenarse junto a otros productos que emanen fuertes olores porque estos acabarían penetrando en los corchos y contaminando el vino.
¿Dónde debemos colocarlas?
El peor lugar de la casa para conservar botellas de vino es la cocina ya que es allí donde más variaciones de temperatura se producen y donde abundan los aromas. La clave pasa porque no estén nunca expuestas al sol. Lo ideal es buscar un rincón fresco y oscuro, es decir, si tenéis un trastero en el garaje, ese es vuestro sitio. De lo contrario, todos conocéis los armarios climatizados especiales para conservar vinos que se venden en infinidad de tiendas.
¿En qué posición se conservan mejor?
Colocar las botellas en posición vertical sólo es aconsejable si vais a abrirlas y consumirlas rápidamente. Quienes pretendáis añejar el vino debéis almacenarlo colocándolo horizontalmente. De esta manera mantendréis el corcho húmedo e hinchado y no se filtrará nada de aire. Los más ordenados colocan la etiqueta en la parte visible para, de un simple vistazo, ver de qué botella se trata.
En ocasiones veréis botellas almacenadas ligeramente inclinadas hacia arriba. Es una buena opción para que los sedimentos del vino queden en el culo de la botella pero el corcho se acabará secando por lo que no es la alternativa más aconsejable si pretendéis guardar esa botella durante unos años porque se acabará estropeando.
También habréis visto botellas de vino que han sido almacenadas inclinadas hacia abajo. A pesar de que el corcho sí se mantiene húmedo, los sedimentos estropearían la bebida si se mantiene así durante un largo periodo de tiempo salvo que tengáis la precaución de mover periódicamente la botella y eso tampoco es aconsejable.
Siguiendo estos sencillos consejos sólo tenéis que esperar la ocasión ideal que amerite el descorche y disfrutar. ¡Salud!