No hace falta peinar canas para pensar que la fiesta de Halloween es un ‘invento’ moderno y que hasta hace bien poco no se celebraba en Asturias. Sin embargo pocos conocen sus orígenes y les sorprenderá saber que es parte de la cultura celta y que sus ideólogos no fueron los americanos sino los irlandeses.
La fiesta de Halloween no entiende de edad. Desde los más pequeños hasta los mayores se disfrazan el último día de octubre en el que la frase más utilizada es “truco o trato” y donde el color naranja de las calabazas predomina en decoraciones tenebrosas y fúnebres de colegios, comercios y bares. Pero, ¿por qué se celebra? Quienes piensen que es un ‘invento’ moderno desconocen que Halloween tiene su origen en la cultura celta. La celebración se conocía como Samhain (fin del verano) y festejaba el final de la cosecha dando comienzo así al año nuevo celta. Entonces se creía que la noche del 31 de octubre las almas de los muertos regresaban a nuestro mundo y la gente, para evitar ser atacados, se disfrazaba con máscaras y ropas terroríficas. Además, les ofrecían dulces con el objetivo de distraerles y que no entrasen en furia con los vivos. Esta tradición pasó de los celtas a los irlandeses fijando en el calendario el 1 de noviembre como el día en el que el cristianismo recuerda a los familiares difuntos.
La enorme colonia de irlandeses afincada en Estados Unidos empezó a celebrar un desfile de Halloween. Diferentes libros señalan que en 1921, en Minnesota, se congregaron cientos de personas para festejar el día en el que los muertos regresaban al mundo de los vivos dando lugar así a numerosas películas y series de televisión.
Halloween, una variación de All Hallows Eve (víspera del día de Todos los Santos) es una fiesta pagana que a finales del siglo XX empezó a festejarse en nuestro país, impulsada principalmente por iniciativas llevadas a cabo por locales hosteleros que trataron de imitar los festejos que se organizan en ciudades como México, Londres o Nueva York.
En México, por ejemplo, ‘el día de los muertos’ es una de las celebraciones más representativas del DF. Altares con flores, bebidas y comida para las almas de los difuntos, velas y la popular ‘catrina’, una colorida calavera, son los protagonistas. En Londres, el London Eye se transforma en un bosque encantado, por el Támesis navegan cruceros engalanados para la ocasión y los autobuses se tiñen de negro para cubrir el recorrido del llamado ‘The London Ghost Bus Tours’. En Nueva York se organiza un impresionante desfile en el barrio de Greenwich Village que incluso se retransmite en directo por televisión.
¿Y tú? ¿Tienes pensado celebrar Halloween?