Llegan las vacaciones de verano y muchos se preparan para realizar el viaje con el que llevan soñando desde hace meses. Lejos de destinos exóticos, museos, festivales de música o competiciones deportivas, en este artículo os descubrimos algunas de las fábricas de cerveza que deberías visitar, al menos, una vez en la vida. Situadas en una playa, a 1.650 metros de altitud, en una iglesia… atentos que no os dejarán indiferentes y os entrarán ganas de ir haciendo la maleta.
La abadía de Wihenstephan, en Alemania
Situada en Baviera, este monasterio pugna con la abadía de Weltenburg por el título de ‘fábrica de cerveza más antigua del mundo’. En funcionamiento desde el año 1040, en 1803 tanto el monasterio como la cervecera fueron secularizados y en la actualidad pertenecen al estado de Baviera que produce la cerveza en colaboración con la Universidad Técnica de Munich.
La abadía de Wihenstephan cuenta con unas modernas instalaciones y un completo museo sobre la bebida. Quienes la visitan son agasajados con una degustación de toda su gama de productos.
Kiuchi, en Japón
La fábrica de Kiuchi está situada en el pueblo de Naka, en la prefectura de Ibaraki. Dedicada desde el siglo XIX a la fabricación de sake y shochu, vino y licor de arroz, en 1966, gracias a un cambio legislativo, comenzó a elaborar cerveza. En Kiuchi buscan combinar antiguas recetas y procedimientos europeos con técnicas japonesas, como la maduración en barriles utilizados para almacenar el shochu.
Quienes visitan esta factoría pueden, además de ver el proceso de elaboración de las diferentes cervezas, realizar su propia bebida personalizada eligiendo entre diferentes sabores y diseñando la etiqueta. Tres meses después te la envían a casa.
Kuchlbauer, en Alemania
Ubicada también en Baviera, la historia de esta fábrica se remonta al año 1300, cuando el Conde de Abensberg otorgó a la empresa el privilegio de fabricar cerveza. Desde 1904, la fábrica es propiedad de la familia Salleck que lleva ocho generaciones regentando el negocio. Destaca de la fábrica una torre de casi 35 metros diseñada por el arquitecto austriaco Friedensreich Hundertwasser, autor de un edificio de apartamentos que lleva su nombre y que es una de las principales atracciones de Viena.
La torre de Kuchlbauer se abrió a los visitantes en 2010 y está coronada por un observatorio de color oro en el que hay un bar para disfrutar de sus cervezas mientras se contemplan las vistas.
Church Brew, en Estados Unidos
Esta fábrica de cerveza está instalada dentro de una antigua iglesia católica de 1902 y secularizada en 1993. Los tanques de fermentado rodean la nave de la iglesia en la que se ha habilitado un inmenso bar. Enclavada en Pittsburgh, esta cervecera es tan popular por sus premiadas cervezas, como la Celestial Gold o la Pipe Organ Pale, como por su restaurante de comida americana.
La abadía de San Sixto, en Bélgica
Las cervezas trapenses solo pueden etiquetarse como tales cuando están elaboradas por la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia y únicamente se fabrican en once de los 171 monasterios de la Orden. Quizá el más famoso sea el de San Sixto, en la localidad de Vleteren, muy cerca de Dunquerque, ya en Francia.
Los monjes comenzaron a fabricar la cerveza en 1839 aunque la venta al público se demoró hasta 1931. Sus tres cervezas están muy bien consideradas pero la ‘joya’ es la Westvleteren 12, una cerveza oscura, de alta graduación alcohólica, considerada por RateBeer como “la mejor cerveza del mundo”.
Los monjes fabrican menos de 500.000 litros al año, lo suficiente para financiar la vida del monasterio, y las cervezas solo se pueden adquirir en la propia abadía a razón de una caja por coche. ¡Ojo! Es necesario reservar con hasta dos meses de antelación.
Pelican Brewery, en Estados Unidos
Situada en Pacific City, en el estado de Oregón, es la única fábrica del mundo se que levanta literalmente en mitad de una playa. Fundada en 1996, con el ‘boom’ de las cervezas artesanas en Estados Unidos, en el bar de la factoría se pueden degustar en grifo sus seis variedades, entre las que destacan, la Pre-prohibition cream Ale o la New World India Pale-Ale.
BierVision Monstein, en Suiza
Davos, considerada la ciudad europea ubicada a mayor altitud, es un conocido destino para esquiadores y famoso por acoger la sede del Foro Económico Mundial. Además cuenta con una de las fábricas de cerveza más peculiares del planeta, la BierVision Monstein. Construida en una antigua lechería del siglo XIX, produce cinco cervezas especiales elaboradas con malta de cebada y lúpulo ecológico.
Visitar la fábrica cuesta unos 17 euros e incluye una frugal degustación.