Enero es, por norma general, el mes de los buenos propósitos. Con el cambio de año solemos fijarnos nuevos retos, como dejar de fumar, hacer ejercicio o ponernos a dieta. Hace unos días un cliente habitual nos pidió un botellín de agua en lugar de su tradicional copa de vino excusándose en que había prometido a su familia adelgazar unos kilos y cuidar de su salud. Lógicamente le servimos pero acto seguido nos pusimos a recabar información sobre los beneficios o males que supone beber cerveza o vino con moderación y resulta que nos encontramos que todo son efectos positivos.
Tanto en la cerveza como en el vino, los polifenoles, unos antioxidantes fitoquímicos que se producen de forma natural en las plantas, se ha demostrado que reducen el colesterol, el riesgo de padecer enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
Diversos estudios han comprobado que los vasos sanguíneos se dilatan después de un trago lo que aumenta el flujo sanguíneo y reduce la tensión en el corazón. Ojo, esto siempre y cuando hablamos de una o dos copas de vino o una o dos cañas de cerveza al día; los excesos siempre son malos.
El consumo moderado de vino o cerveza también es bueno para los huesos. El alcohol que contienen aumenta los estrógenos y otras hormonas necesarias para tener los huesos fuertes. Por ejemplo, en el caso de la cerveza negra o tostada, lleva silicio, lo que ayuda a la absorción de calcio y otros minerales que aumentan la densidad ósea y, por tanto, disminuye el riesgo de desarrollar osteoporosis.
En definitiva, que os animamos a todos con esos buenos propósitos de año nuevo pero si entre ellos está el dejar de tomar una sola gota del alcohol que sepáis que para la salud es bueno seguir con esa sana costumbre de pasar por La Botica Indiana a tomar una copa de vino o una cerveza.
2 respuestas a Una copa de vino o una cerveza para empezar con salud 2014