Las 10 cafeterías con más solera del mundo

Café Florian

Estamos en época de vacaciones (para quienes tengan la oportunidad) y de viajes (para los más afortunados) así que nos hemos decidido a compartir aquí las que para nosotros son las diez cafeterías con más solera del planeta. Las antes denominadas casas de cafés comenzaron a surgir en las ciudades europeas en el siglo XVIII y no es hasta finales del XIX y principios del XX cuando se transformaron en los puntos de encuentro preferidos por intelectuales y artistas. Es entonces cuando esas ‘hangouts’ pasaron a tener una decoración más cuidada, en ocasiones, semejante al interior de los grandes palacios. Algunos cafés conservan ese abolengo y raigambre que los convierte auténticos museos.

Café New York (Budapest)

Café New York (Budapest)

Dentro del Hotel New York Palace, en la planta baja, se encuentra este café construido en estilo ecléctico entre los años 1891 y 1895. Hoy pertenece al grupo internacional Boscolo y es, sin lugar a dudas, punto de visita obligatoria en la ciudad, una leyenda viva que a principios del siglo XX atraía a la elite cultural de Budapest. El exterior del café está adornado con estatuas de bronce y el interior impresiona por su decoración monumental, sus candelabros, las pinturas del techo y los ornamentos de oro. Lo único que ha cambiado desde su inauguración son las mesas y los sofás.

Café Florian

Café Florian (Venecia)

Ubicado en la popular Piazza de San Marco, centro neurálgico de Venecia, en el Café Florian todavía se puede sentir la tradición veneciana. Punto de encuentro de escritores y artistas hoy podemos decir que es un museo vivo. En sus mesas se sentaron Charles Dickens, Marcel Proust o Byron, por citar algunas. Entre paseo y paseo en góndola por los canales no dejéis de sentaros en el Florian.

Café Central

Café Central (Viena)

Situado en un palacio histórico, el Café Central figura en todas las guías de viaje de Viena como lugar de visita obligada. ¡Y no es para menos! Todas las tardes del año ofrece música clásica en directo; un placer para la vista -posee espectaculares pilares de mármol y techos arqueados- el gusto -sirven uno de los mejores cafés del mundo- y el oído. A día de hoy muchos filósofos, pensadores y escritores locales se reúnen allí y perdura la leyendo que dice que Trotsky planeó allí la revolución rusa.

Café Imperial

Café Imperial (Praga)

Pertenece al Praga Art Deco Imperial Hotel, en el centro de Praga, un edificio protegido por la Unesco que data de 1914. La mayoría de los cafés de esta ciudad desaparecieron durante la segunda Guerra Mundial pero por suerte el Café Imperial logró subsistir. Las sillas, de caoba brillante con asientos forrados de cuero son una de sus señas de identidad aunque si por algo destaca es por el art decó que podemos encontrar en sus paredes. Se dice que los mosaicos de azulejos ornamentados son uno de los escenarios más bellos del mundo.

Café de La Paix

Café de La Paix (París)

Diseñado por Charles Garnier, el mismo arquitecto que creó el edificio de la Ópera de París, el Café de La Paix está en la plaza de la Ópera, concretamente en la planta baja del edificio Haussmann, que ahora acoge el Hotel Intercontinental. A finales del siglo XIX contaba con clientes como Tchaikovski, Zola o Maupassant.

Café Majestic

Café Majestic (Oporto)

Inaugurado en 1921 con el nombre de Elite, el Café Majestic alberga infinidad de eventos culturales y, sin lugar a dudas, es una de las atracciones turísticas de la ciudad portuguesa. En su estilo Art Nouveau, en la simetría curvilínea de las molduras de madera, en los grandes espejos intercalados por las lámparas de metal que delimitan las paredes con un inteligente juego óptico de amplitud, conserva todo su antiguo esplendor e invita a revivir la fascinante Belle Époque.

Confitería Colombo

Confitería Colombo (Río de Janeiro)

Fundada en 1894, la Confitería Colombo es un impresionante establecimiento de cuatro pisos con tres amplios salones decorados con ocho enormes espejos belgas biselados. Los balcones son de mármol italiano y la cristalería abarca desde platos de principios de siglo hasta tazas de cristal bordadas en oro. En el techo, una claraboya con mosaicos coloridos, baña todo el local de luz natural. Imposible describir con palabras.

Café Gambrinus

Café Gambrinus (Nápoles)

Proveedor de la Casa Real al poco de ser fundado en 1860, es el café más antiguo de la ciudad. A lo largo de su historia ha recibido personalidades de todos los países y en sus mesas se han sentado Ernest Hemingway, Oscar Wilde o Jean Paul Sartre, quienes dejaron un poema, una dedicatoria o una foto para el recuerdo. La decoración interna fue confiada a los mejores pintores de la escuela napolitana y hoy todavía se pueden disfrutar esos frescos y frisos florales.

Café Tortoni

Café Tortoni (Buenos Aires)

Inaugurado en 1858, cuatro décadas después fue remodelado y prácticamente desde entonces se conserva igual en la avenida de Mayo de la capital argentina. Referencia obligada para quienes querían ser algo dentro de la cultura del siglo XX, Jorge Luis Borges o Carlos Gardel eran asiduos de este café que además alberga una notable biblioteca, un lugar para leer, apreciar pintura, escuchar música, bailar, cenar, conversar y, por supuesto, beber mate.

Café Greco

Caffé Greco (Roma)

En una de las calles de más solera de Roma y donde se ubican los comercios de las firmas más prestigiosas, en la Via Deo Condotti, encontramos el Caffé Greco, con más de 250 años de historia. Hoy continúa siendo refugio de intelectuales y políticos de la ciudad mientras el local conserva la atmósfera tradicional que le dio fama. La decoración, a base de espejos, pinturas románticas, oro, madera y mármoles, le da un encanto único a este café por el que pasaron entre otros Hans Christian Andersen, Goethe o Stendhal.

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